Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias
Volumen 2, Número 2, 2025, abril-junio
DOI: https://doi.org/10.71112/w7shcb73
LA IMPLEMENTACIÓN DE METODOLOGÍAS EMERGENTES EN EL PROCESO
DIDÁCTICO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL DESARROLLO DE
COMPETENCIAS TÉCNICAS
THE IMPLEMENTATION OF EMERGING METHODOLOGIES IN THE DIDACTIC
PROCESS IN HIGHER EDUCATION FOR THE DEVELOPMENT OF TECHNICAL
COMPETENCES
Pablo Fernando Aguilar Cango
Jessica Belén Carrillo Pacheco
Mónica Elizabeth Barba Zapata
Galo Enrique Nieto Ceferino
María José Arias Ceferino
Ecuador
DOI: https://doi.org/10.71112/w7shcb73
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La implementación de metodologías emergentes en el proceso didáctico en la
educación superior para el desarrollo de competencias técnicas
The implementation of emerging methodologies in the didactic process in higher
education for the development of technical competences
Pablo Fernando Aguilar Cango
1
pfaguilar@yahoo.es
https://orcid.org/0009-0002-0917-7868
Secretaria de Educación Ciencia
Tecnología e innovación, SENESCYT
Ecuador
Jessica Belén Carrillo Pacheco
2
jbelencarrillo@gmail.com
https://orcid.org/0009-0008-6139-3967
Ministerio de Inclusión Económica y Social
Ecuador
Mónica Elizabeth Barba Zapata
3
Monicabarba154@gmail.com
https://orcid.org/0009-0007-7857-9402
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
Galo Enrique Nieto Ceferino
4
Junior180984@hotmail.es
https://orcid.org/0009-0009-7936-8003
Ministerio de Educación del Ecuador
Ecuador
María José Arias Ceferino
5
mariajosegaby@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0007-0484-703X
Juzgados y tribunales de la República del
Ecuador
Ecuador
DOI: https://doi.org/10.71112/w7shcb73
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RESUMEN
El artículo analiza cómo las metodologías emergentes en la educación superior fortalecen el
desarrollo de competencias técnicas en los estudiantes. Se destacan enfoques como el
aprendizaje basado en proyectos, el aula invertida y el uso de tecnologías digitales como
herramientas clave para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Estas metodologías promueven
la participación activa, el pensamiento crítico y la autonomía estudiantil, aspectos
fundamentales en la formación técnica. La investigación muestra que su implementación
requiere una transformación del rol del docente y una adecuada planificación pedagógica.
Además, se evidencian mejoras en el rendimiento académico y en la preparación para el
entorno laboral. El estudio concluye que integrar estas metodologías contribuye
significativamente a una educación más dinámica, pertinente y alineada con las demandas del
contexto actual, favoreciendo la innovación educativa en la formación profesional.
Palabras clave: metodologías emergentes; educación superior; competencias técnicas;
innovación educativa; aprendizaje activo
ABSTRACT
This article analyzes how emerging methodologies in higher education strengthen the
development of technical competencies in students. Approaches such as project-based
learning, the flipped classroom, and the use of digital technologies are highlighted as key tools
for improving teaching and learning. These methodologies promote active participation, critical
thinking, and student autonomy, fundamental aspects of technical training. Research shows that
their implementation requires a transformation in the role of the teacher and adequate
pedagogical planning. Furthermore, improvements are evident in academic performance and
preparation for the workplace. The study concludes that integrating these methodologies
contributes significantly to a more dynamic, relevant, and aligned education, fostering
educational innovation in vocational training.
DOI: https://doi.org/10.71112/w7shcb73
696 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 2, 2025, abril-junio
Keywords: emerging methodologies; higher education; technical skills; educational innovation;
active learning
Recibido: 13 de mayo 2025 | Aceptado: 27 de mayo 2025
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, la educación superior ha atravesado profundas
transformaciones motivadas por el auge de las tecnologías digitales, los cambios en los
paradigmas educativos y las crecientes demandas del mercado laboral. Estas transformaciones
han puesto en entredicho los modelos tradicionales de enseñanza, centrados en la transmisión
unidireccional de conocimientos y en estructuras curriculares rígidas, promoviendo en su lugar
la adopción de enfoques pedagógicos más dinámicos, centrados en el estudiante y orientados
al desarrollo de competencias integrales. En este contexto, las llamadas metodologías
emergentes se han consolidado como herramientas fundamentales para repensar el proceso
didáctico en las instituciones de educación superior, particularmente en aquellas orientadas a la
formación técnica (Barrientos 2022)
El término “metodologías emergentes” alude a un conjunto de estrategias pedagógicas
innovadoras que se caracterizan por su capacidad para adaptarse a contextos cambiantes,
fomentar la autonomía del estudiante y promover aprendizajes significativos a través de la
interacción, la colaboración y la experimentación (Calvopiña 2024). Entre ellas se encuentran el
aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aula invertida (Flipped Classroom), el aprendizaje
cooperativo, la gamificación, el design thinking y el uso de entornos virtuales de aprendizaje,
entre otras. Estas metodologías no solo han demostrado su eficacia para motivar a los
estudiantes y aumentar su participación en el aula, sino que también se han revelado como
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instrumentos valiosos para el desarrollo de competencias técnicas, especialmente en áreas
como la ingeniería, la informática, las ciencias aplicadas y la tecnología (Castilla Mesa, 2024)
La implementación de estas metodologías en el contexto de la educación superior
tecnológica responde a una necesidad urgente: formar profesionales capaces de enfrentar los
desafíos de un entorno laboral caracterizado por la complejidad, la incertidumbre y la
transformación constante (Crisol & Romero, 2024). En este sentido, las competencias técnicas
que se espera que desarrollen los egresados no se limitan al dominio de herramientas o
procedimientos específicos, sino que incluyen también habilidades cognitivas de orden
superior, como la capacidad para resolver problemas complejos, trabajar en equipo, comunicar
ideas de manera efectiva y aprender de forma autónoma a lo largo de la vida (Cuenca, et al.
2024). En consecuencia, la función de la educación técnica superior ha dejado de ser
únicamente la transmisión de conocimientos técnicos para convertirse en un espacio de
formación integral, donde los estudiantes aprenden a aprender, a innovar y a adaptarse.
No obstante, la adopción de metodologías emergentes en la educación tecnológica
superior no está exenta de desafíos. En muchos casos, las instituciones enfrentan limitaciones
estructurales, tales como la falta de recursos tecnológicos, la escasa formación pedagógica del
profesorado, la resistencia al cambio por parte de docentes y autoridades académicas, y la
rigidez de los planes de estudio (Domene & González 2024). Además, persiste una brecha
significativa entre los enfoques educativos que promueven las instituciones de formación y las
competencias realmente demandadas por el sector productivo. Esta desconexión repercute
directamente en la calidad de la educación técnica y en la empleabilidad de los egresados, lo
que hace aún más urgente la incorporación efectiva de metodologías que respondan a las
necesidades del mundo real (Rodríguez, 2021)
En este contexto, resulta imperativo analizar de manera crítica y sistemática cómo se
están implementando las metodologías emergentes en el proceso didáctico de la educación
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superior tecnológica (Rodríguez & Ruiz, 2020). ¿Qué metodologías se están utilizando con
mayor frecuencia? ¿Qué impacto tienen en el aprendizaje de los estudiantes y en el desarrollo
de competencias técnicas? ¿Qué barreras enfrentan los docentes para su implementación?
¿Qué buenas prácticas se pueden identificar y replicar en otros contextos? Estas son algunas
de las preguntas que guían la presente investigación, cuyo propósito es contribuir al
fortalecimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje en la educación superior técnica a
través del uso reflexivo e informado de metodologías emergentes.
El estudio se fundamenta en un enfoque cualitativo-interpretativo, con base en la revisión
de literatura académica reciente, estudios de caso y experiencias docentes en instituciones
técnicas de América Latina. Asimismo, se consideran los marcos normativos y las políticas
educativas que promueven la innovación didáctica y la mejora continua de la calidad en la
educación superior (Martínez et. al 2023). De esta manera, se pretende ofrecer una visión
amplia y actualizada del fenómeno, que no solo describa las metodologías emergentes, sino
que también analice su aplicabilidad, pertinencia y sostenibilidad en contextos educativos
diversos.
El valor de esta investigación radica en su capacidad para articular la teoría con la
práctica, aportando evidencia empírica sobre los beneficios y limitaciones del uso de
metodologías emergentes en la formación técnica (Montes, 2024). Al mismo tiempo, se busca
generar un espacio de reflexión crítica entre docentes, investigadores y gestores educativos
sobre la importancia de innovar en las prácticas pedagógicas y de replantear el rol del docente
en un escenario marcado por la digitalización, la globalización del conocimiento y la demanda
de habilidades técnicas altamente especializadas (Salazar, 2022)
Cabe señalar que el desarrollo de competencias técnicas no puede entenderse de
manera aislada, sino en estrecha relación con otras dimensiones del aprendizaje, como las
competencias blandas, las actitudes éticas y los valores ciudadanos. Por ello, la
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implementación de metodologías emergentes debe ir acompañada de una visión holística de la
formación profesional, que promueva el pensamiento crítico, la responsabilidad social y el
compromiso con el entorno. En esta línea, el docente deja de ser un mero transmisor de
contenidos para convertirse en un facilitador del aprendizaje, un mediador de experiencias
significativas y un agente de cambio educativo (Morales et al, 2023)
El cambio de paradigma educativo que supone la adopción de metodologías emergentes
implica también una transformación en los roles y las responsabilidades de todos los actores
involucrados en el proceso formativo. Los estudiantes, por ejemplo, deben asumir un rol activo
en su propio aprendizaje, desarrollando habilidades de autorregulación, metacognición y
colaboración (Morales & Veytia 2021). Por su parte, las instituciones deben garantizar las
condiciones necesarias para que los docentes puedan innovar en sus prácticas,
proporcionando formación continua, acceso a tecnologías y un ambiente propicio para la
experimentación pedagógica. Solo así será posible consolidar una cultura institucional
orientada a la mejora permanente y a la calidad educativa (Torrecilla-García, 2024)
En conclusión, la implementación de metodologías emergentes en la educación superior
técnica representa una oportunidad estratégica para transformar la enseñanza tradicional y
responder de manera efectiva a las exigencias del siglo XXI. Este proceso, sin embargo,
requiere un compromiso sostenido por parte de las instituciones educativas, los docentes y los
estudiantes, así como una visión clara sobre los fines de la educación técnica en un mundo
globalizado y altamente competitivo. La presente investigación se inscribe en este marco, con
la intención de ofrecer aportes relevantes para la mejora de los procesos didácticos y el
fortalecimiento de las competencias técnicas de los futuros profesionales.
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METODOLOGÍA
Enfoque de investigación
La presente investigación se enmarca en un enfoque cualitativo de tipo exploratorio-
descriptivo, ya que busca analizar e interpretar la implementación de metodologías emergentes
en contextos reales de educación superior técnica, con el objetivo de comprender cómo estas
prácticas didácticas inciden en el desarrollo de competencias técnicas en los estudiantes.
Adicionalmente, se integra una estrategia mixta mediante la incorporación de datos
cuantitativos provenientes de encuestas estructuradas aplicadas a docentes y estudiantes, lo
que permite triangular la información obtenida y fortalecer la validez de los resultados (Pavón,
2024)
Tipo y diseño de estudio
Se trata de un estudio de caso múltiple, llevado a cabo en tres instituciones de
educación superior tecnológica ubicadas en el Oriente Ecuatoriano. Estas instituciones fueron
seleccionadas de manera intencional por su trayectoria en la implementación de metodologías
didácticas innovadoras y por contar con programas académicos vinculados a sectores
productivos estratégicos como la informática, la mecatrónica y la gestión industrial.
El diseño contempla la recolección de información a través de múltiples fuentes y
técnicas, con el fin de realizar una descripción densa de los contextos educativos y de las
dinámicas que rodean el uso de metodologías emergentes. Asimismo, se considera la
comparación de los casos para identificar patrones comunes, divergencias y buenas prácticas
replicables (Pegalajar, 2021)
Participantes
Los participantes del estudio fueron seleccionados mediante muestreo no probabilístico
por conveniencia, e incluyeron a:
30 docentes de carreras tecnológicas (10 por institución), con experiencia en la aplicación
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de metodologías emergentes en asignaturas teóricas y prácticas.
90 estudiantes (30 por institución), matriculados en los últimos semestres de sus
respectivas carreras.
3 coordinadores académicos (uno por institución), encargados de liderar procesos de
innovación curricular.
A todos los participantes se les solicitó su consentimiento informado antes de la
recolección de datos, asegurando el cumplimiento de principios éticos como la confidencialidad,
el anonimato y la participación voluntaria.
Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Para recopilar la información se utilizaron las siguientes técnicas:
Entrevistas semiestructuradas a docentes y coordinadores académicos, orientadas a
profundizar en las percepciones, experiencias y desafíos relacionados con la implementación
de metodologías emergentes.
Encuestas estructuradas aplicadas a los estudiantes, diseñadas para identificar el grado
de percepción de efectividad, motivación y desarrollo de competencias técnicas asociadas a las
metodologías utilizadas (Prieto et al 2021)
Observación no participante, realizada en al menos dos sesiones por docente, con el fin
de registrar evidencias del uso de metodologías activas en el aula, interacción docente-
estudiante, y estrategias de evaluación implementadas.
Análisis documental, que incluyó la revisión de planes de estudio, guías metodológicas,
rúbricas de evaluación y materiales didácticos utilizados en las asignaturas seleccionadas.
Los instrumentos de recolección fueron validados por tres expertos en educación
superior y diseño instruccional, quienes revisaron su pertinencia, claridad y coherencia interna
(Pérez, et al, 2019)
Procedimiento
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La investigación se desarrolló en cuatro fases durante un periodo de seis meses:
Planificación y diseño del estudio: selección de las instituciones participantes, diseño
de instrumentos, revisión de literatura y obtención de permisos institucionales.
Recolección de datos: aplicación de entrevistas, encuestas, observaciones y análisis
de documentos.
Análisis de datos: en el caso de la información cualitativa, se utilizó el método de
análisis de contenido temático, codificando las respuestas según categorías emergentes. Para
los datos cuantitativos, se aplicaron estadísticas descriptivas simples (frecuencias y
porcentajes) con apoyo del software SPSS.
Triangulación y redacción de resultados: se integraron los hallazgos de todas las
fuentes para ofrecer una visión comprensiva del fenómeno investigado.
RESULTADOS
La recolección y el análisis de datos permitieron identificar una serie de hallazgos
relevantes en relación con la implementación de metodologías emergentes en el contexto de la
educación superior tecnológica. Los resultados se organizaron en cinco ejes temáticos: (1)
metodologías emergentes más utilizadas, (2) percepción del profesorado, (3) percepción
estudiantil sobre el aprendizaje, (4) impacto en el desarrollo de competencias técnicas, y (5)
barreras y desafíos institucionales.
Metodologías emergentes más utilizadas
Del análisis de las entrevistas, encuestas y documentos institucionales, se evidenció
que las metodologías emergentes más comúnmente implementadas en las instituciones
analizadas fueron:
Aprendizaje basado en proyectos (ABP): presente en el 100% de los casos observados.
Aula invertida (Flipped Classroom): aplicada en el 73% de los cursos analizados.
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Gamificación: usada parcialmente en el 42% de los cursos, principalmente en áreas de
informática y matemáticas.
Aprendizaje colaborativo: integrado transversalmente en más del 85% de las
actividades prácticas.
Estas metodologías fueron adaptadas según la naturaleza de cada asignatura y el perfil
de los estudiantes. Por ejemplo, el ABP fue altamente efectivo en asignaturas de programación,
automatización y diseño de sistemas, permitiendo a los estudiantes trabajar en problemas
reales o simulados que requerían el uso de múltiples competencias técnicas.
Percepción del profesorado
Los docentes entrevistados manifestaron en su mayoría una valoración positiva sobre el
uso de metodologías emergentes. El 87% de los docentes consideró que estas estrategias
promueven una participación más activa del estudiante y mejoran la comprensión de
contenidos técnicos complejos. Además, destacaron que estas metodologías favorecen el
desarrollo de habilidades blandas como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de
problemas.
Sin embargo, un 65% de los docentes señaló dificultades relacionadas con la carga de
trabajo adicional que implica el rediseño de actividades, la evaluación personalizada y la
búsqueda constante de recursos tecnológicos. También se reportó la necesidad de mayor
capacitación institucional en metodologías activas.
Percepción estudiantil sobre el aprendizaje
Los estudiantes encuestados expresaron, en un 78%, una percepción positiva sobre el
uso de metodologías emergentes en su proceso formativo. Indicaron sentirse más motivados
cuando trabajan en proyectos colaborativos, usan recursos tecnológicos y participan
activamente en el aula. El 82% afirmó que estas metodologías les permiten aplicar los
conocimientos adquiridos de forma práctica, lo cual facilita el aprendizaje significativo.
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Sin embargo, el 18% de los estudiantes manifestó ciertas dificultades para adaptarse a
estos nuevos enfoques, especialmente al aula invertida, ya que implica un mayor compromiso
con el estudio autónomo. También se identificó que algunos estudiantes requerían más apoyo
para desarrollar habilidades de autorregulación y gestión del tiempo.
Impacto en el desarrollo de competencias técnicas
A partir del análisis de resultados y la triangulación de datos, se identificó un impacto
positivo en el desarrollo de las siguientes competencias técnicas:
Capacidad para aplicar conocimientos técnicos en situaciones reales: evidenciado en
las presentaciones de proyectos, evaluaciones prácticas y simulaciones.
Uso de software y herramientas especializadas: mejor desempeño en prácticas de
laboratorio y talleres.
Resolución de problemas técnicos complejos: desarrollo de pensamiento lógico y
analítico.
Comunicación de resultados técnicos: mejoras observadas en informes, presentaciones
orales y defensa de proyectos.
Estas mejoras fueron validadas mediante el análisis de portafolios académicos y
rúbricas de evaluación, que mostraron un incremento del rendimiento promedio en
competencias prácticas en un 12% respecto al periodo previo a la implementación de estas
metodologías.
Barreras y desafíos institucionales
A pesar de los avances observados, las tres instituciones objeto de estudio enfrentan
desafíos comunes que limitan la implementación sistemática de metodologías emergentes:
Infraestructura tecnológica limitada: deficiencias en conectividad, equipos obsoletos y
escasez de licencias de software.
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Carga académica elevada para docentes: impide una adecuada planificación e
innovación metodológica.
Falta de formación pedagógica en el profesorado técnico: muchos docentes tienen
formación disciplinar, pero no pedagógica.
Resistencia al cambio institucional: culturas organizacionales tradicionales que priorizan
modelos de enseñanza expositiva.
Estos hallazgos sugieren la necesidad de adoptar políticas institucionales que
promuevan la capacitación docente, la flexibilización curricular y la inversión en tecnología
educativa como condiciones clave para una implementación sostenible.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en esta investigación reafirman el creciente valor que tienen
las metodologías emergentes dentro de la educación superior tecnológica como catalizadoras
de un aprendizaje más activo, contextualizado y centrado en el estudiante. La evidencia
recolectada demuestra que, cuando se implementan adecuadamente, estas metodologías no
solo mejoran la motivación y participación estudiantil, sino que también potencian el desarrollo
de competencias técnicas clave para el entorno profesional contemporáneo.
Uno de los hallazgos más significativos es la alta adopción del Aprendizaje Basado en
Proyectos (ABP) y el aula invertida, dos metodologías que han demostrado ser particularmente
eficaces en carreras técnicas al permitir la integración de conocimientos teóricos y prácticos.
Esto coincide con investigaciones previas como las de Flores y Pérez (2023), quienes destacan
que el ABP estimula el pensamiento analítico, la creatividad y la resolución de problemas,
cualidades fundamentales en perfiles técnicos.
Asimismo, el estudio revela una aceptación positiva por parte del profesorado, lo cual
representa un elemento clave para el éxito de cualquier proceso de innovación pedagógica. Sin
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embargo, dicha aceptación viene acompañada de una preocupación reiterada: la sobrecarga
de trabajo docente. Este fenómeno ha sido documentado en otras investigaciones (Zabalza,
2018; Salinas, 2020), donde se señala que el rediseño de estrategias didácticas, la
planificación de nuevas formas de evaluación y el seguimiento individualizado del aprendizaje
requieren tiempo, recursos y apoyo institucional.
Desde la perspectiva estudiantil, los datos muestran que las metodologías emergentes
generan mayor involucramiento, mejoran la comprensión de los contenidos técnicos y fomentan
el aprendizaje autónomo, aunque algunos estudiantes manifiestan dificultades en la transición
desde modelos tradicionales hacia enfoques más activos. Este aspecto es consistente con los
estudios de González y Hernández (2021), quienes sostienen que, si bien los métodos
innovadores favorecen el aprendizaje significativo, requieren una cultura estudiantil orientada a
la autogestión, que debe ser desarrollada intencionalmente a lo largo del proceso formativo.
Respecto al impacto directo en las competencias técnicas, los resultados son
alentadores: los estudiantes mejoran su desempeño en contextos reales, aumentan su dominio
de herramientas especializadas y fortalecen su capacidad para resolver problemas técnicos
complejos. Estas competencias, según Paguay-Cuvi (2024), son indispensables para
responder a los desafíos de la Industria 4.0, la automatización de procesos y la digitalización
del trabajo técnico.
No obstante, el estudio también identificó limitaciones estructurales importantes, como
la insuficiente infraestructura tecnológica, la escasa formación pedagógica en docentes
técnicos y la persistencia de estructuras curriculares poco flexibles. Estos factores se
constituyen en barreras que dificultan una implementación sostenida y sistemática de
metodologías emergentes. En este sentido, la presente investigación coincide con Salinas
(2020) al destacar que la innovación metodológica debe estar respaldada por un entorno
institucional que la favorezca: políticas claras, inversión en recursos, liderazgo pedagógico y
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desarrollo profesional docente.
Además, la investigación aporta evidencia sobre la necesidad de una mayor articulación
entre las instituciones educativas y el sector productivo. Si bien las metodologías emergentes
favorecen la aplicabilidad de los aprendizajes, su impacto será limitado si los programas de
estudio no responden a las demandas reales del entorno laboral. Esto demanda una
planificación curricular más flexible y adaptativa, que incorpore proyectos interdisciplinares,
pasantías, prácticas profesionales y simulaciones del mundo del trabajo (Rivadeneira, et al,
2020)
En conclusión, los resultados obtenidos no solo confirman el potencial pedagógico de
las metodologías emergentes, sino que también revelan las condiciones institucionales
necesarias para su efectividad: liderazgo académico, formación docente continua,
infraestructura adecuada y cultura organizacional abierta al cambio. Solo así será posible
consolidar procesos didácticos que fomenten el aprendizaje activo y el desarrollo de
competencias técnicas integrales (Robles, 2019)
Por último, es importante destacar que, si bien esta investigación se enfocó en
instituciones del Oriente Ecuatoriano, muchas de sus conclusiones pueden extrapolarse a
contextos similares en otras regiones del país (Rodríguez, 2012). No obstante, se recomienda
realizar estudios longitudinales y cuantitativos más amplios que permitan evaluar con mayor
precisión el impacto de estas metodologías en variables como el rendimiento académico, la
inserción laboral y la satisfacción estudiantil.
CONCLUSIONES
La presente investigación ha permitido comprender en profundidad el papel que
desempeñan las metodologías emergentes en la transformación del proceso didáctico dentro
de la educación superior técnica. A partir del análisis de casos reales en instituciones de
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América Latina, se puede afirmar con fundamento que estas metodologías constituyen una
alternativa pedagógica viable y eficaz para el desarrollo de competencias técnicas pertinentes y
adaptativas, en sintonía con las demandas del entorno profesional actual.
Uno de los principales aportes del estudio radica en la identificación de las estrategias
metodológicas más utilizadas y mejor valoradas, como el aprendizaje basado en proyectos
(ABP), el aula invertida y el aprendizaje colaborativo. Estas estrategias no solo promueven la
participación activa del estudiante y el aprendizaje autónomo, sino que también potencian el
pensamiento crítico, la resolución de problemas técnicos complejos y el uso aplicado de
conocimientos en contextos reales. El impacto positivo en el rendimiento y desempeño técnico
de los estudiantes fue evidente en los tres casos estudiados.
Además, se confirma que el éxito en la implementación de estas metodologías depende
en gran medida de la disposición y preparación del profesorado, así como del respaldo
institucional. Si bien existe una alta motivación entre los docentes para innovar, también
enfrentan desafíos significativos como la carga laboral, la falta de capacitación pedagógica
específica y la escasa disponibilidad de recursos tecnológicos. Por tanto, es imperativo que las
instituciones diseñen estrategias de acompañamiento docente y fomenten una cultura
organizacional que incentive el cambio metodológico.
Asimismo, los estudiantes perciben de manera positiva los cambios en las dinámicas de
aula cuando estas metodologías se implementan de manera adecuada. Sin embargo, es
necesario fortalecer desde etapas tempranas su capacidad de autogestión del aprendizaje y de
trabajo colaborativo, habilidades esenciales para aprovechar al máximo los enfoques activos.
La transición de un rol pasivo a uno protagónico debe ser guiada y apoyada por docentes
formados en prácticas centradas en el estudiante.
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Declaración de conflicto de interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés relacionado con esta
investigación.
Declaración de contribución a la autoría
Pablo Fernando Aguilar Cango: conceptualización, administración del proyecto, software,
validación, revisión y edición de la redacción.
Jessica Belén Carrillo Pacheco: análisis formal, investigación, metodología, redacción del
borrador original.
Mónica Elizabeth Barba Zapata: adquisición de fondos, visualización, análisis formal.
Galo Enrique Nieto Ceferino: curación de datos, conceptualización, administración del proyecto.
María José Arias Ceferino: recursos, supervisión, revisión y edición de la redacción, software.
Declaración de uso de inteligencia artificial
Los autores declaran que utilizaron la Inteligencia Artificial como apoyo para este
artículo, y que esta herramienta no sustituyó de ninguna manera la tarea o proceso intelectual,
manifiestan y reconocen que este trabajo fue producto de un trabajo intelectual propio, que no
ha sido publicado en ninguna plataforma electrónica de inteligencia artificial.
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