Forma Descripción generada automáticamente
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Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias
Volumen 2, Número 4, 2025, octubre-diciembre
DOI: https://doi.org/10.71112/pbz7ab64
EL HÁBITAT DE LA SERPIENTE EMPLUMADA: LA TIERRA, EL INFRAMUNDO Y
EL SUPRAMUNDO
THE HABITAT OF THE FEATHERED SERPENT: THE EARTH, THE UNDERWORLD,
AND THE OVERWORLD
Alejandro Serafín Carrera Arango
México
DOI: https://doi.org/10.71112/pbz7ab64
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El hábitat de la Serpiente Emplumada: la tierra, el inframundo y el supramundo
The habitat of the Feathered Serpent: the earth, the underworld,
and the overworld
Alejandro Serafín Carrera Arango
alexanpro20@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-0649-4417
Escuela Nacional de Antropología e Historia
México
RESUMEN
A continuación, se estudia la deidad nahua Quetzalcóatl Serpiente Emplumada como un
principio conector que vincula los tres estratos fundamentales de su universo: la tierra, el
inframundo y el supramundo. Observando su presencia en los aspectos, míticos, divinos y
biológicos principalmente.
Exponiendo sus características naturales y físicas; en este sentido su aspecto acuático
relacionado con los pozos, ríos y lagos, que fueron en la cosmovisión mesoamericana
considerados conectores con el inframundo o el inframundo mismo, y por otro su carácter
terrestre que representa el mundo físico o de los humanos. Y un tercer aspecto de esta
Serpiente Emplumada, es su atributo de ser emplumada, lo que representaría, el hábitat de las
aves, el lugar del viento, de Tonatiuh, el cielo, el supramundo.
Para demostrarlo, este artículo se divide en tres etapas: primeramente, se expone la relación
de la Serpiente Emplumada con la tierra; posteriormente con el inframundo a través de las
cuevas y el agua y por último con el cielo o supramundo.
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Palabras clave: serpiente emplumada; tierra; agua; aire; nahuas; mundo; supramundo;
inframundo
ABSTRACT
The following section examines the Nahua deity Quetzalcóatl Feathered Serpent as a
connecting principle linking the three fundamental strata of his universe: the earth, the
underworld, and the supraworld. His presence is observed from mythical and divine to human
and biological aspects.
His natural and physical characteristics are discussed: on the one hand, his aquatic aspect, the
wells, rivers, and lakes, which in the Mesoamerican worldview were considered connectors to
the underworld or the underworld itself, and on the other, his terrestrial nature, which represents
the physical or human world. A third aspect of this Feathered Serpent is his feathered attribute,
which would represent the habitat of birds, the place of the wind, Tonatiuh, the sky, and the
supraworld.
To demonstrate this, this article is divided into three stages: first, the Feathered Serpent's
relationship with the earth is explained; subsequently with the underworld through caves and
water and finally with the sky or supraworld.
Keywords: feathered serpent; earth; water; air; náhuatl; world; overworld; underworld
Recibido: 10 de marzo 2025 | Aceptado: 10 de octubre 2025
INTRODUCCIÓN
La serpiente y la tierra
La Tierra tiene como diosa principal a Coatlicue “La de la falda de serpientes, (Figura 1).
Nombre de la diosa madre.” (Sahagún, 1997) Literalmente “falda-serpiente” o “la que se viste
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con serpientes”, refiriéndose a la tierra. El biólogo Martínez del Campo menciona “…A
Coatlicue, la de la falda de serpientes, divinidad de la tierra, se le aplicó tal nombre para
significar metafóricamente que la tierra esta vestida con serpientes, ya que estos reptiles son
los animales más pegados a ella, pues ni siquiera pueden elevar su cuerpo al desplazarse, sino
que se arrastran o reptan. En este caso, las serpientes intervienen como símbolos de la tierra.”
(Martín del Campo, 1979)
Figura 1
Coatlicue-la de la falda de Serpientes, uno de los nombres de la
diosa madre tierra, Cultura Mexica, Posclásico, Museo Nacional de
Antropología. Fotografía de autoría propia, Mayo, 2011.
Al parecer es una forma de llamar a la capa de la Tierra, en la cual se dan los
mantenimientos del hombre, donde nuevamente se manifiesta una deidad serpentina y
femenina Chicomecóatl “Siete Serpiente”, (Figura 2). “Esta diosa llamada Chicomecóatl era la
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diosa de los mantenimientos, así de lo que se come como de lo que se bebe;..” (Sahagún,
1997). y se representaba con unas mazorcas de maíz como tocado.
Figura 2
Chicomecóalt-Siete Mazorcas, Diosa de los mantenimientos.
Cultura Mexica, Posclásico, Museo Nacional de Antropología.
Fotografía de autoría propia, junio, 2011.
Coatlicue también aparece en los mitos como la madre del Dios Huitzilopochtli, donde
se narra que: “…Coatlicue hacia penitencia barriendo cada día en la sierra de Coatepec, y un
día aconteció que andando barriendo descendiole una pelotilla de pluma, como ovillo de hilado,
y tomola y puso en el seno junto a la barriga, debajo de las nahuas y después de haber barrido
[la] quiso tomar y no la halló de que dicen se empreño;” (Sahagún, 1997) y de ahí nació el dios
Huitzilopochtli.
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Otra diosa de la tierra es Cihuacóatl Mujer Serpiente (Figura 3), que también llamaban
“Nuestra Madre”, y también considerada como “deidad madre de la naturaleza.” (Museo
Nacional de Antropología, 2011). “Decían que de noche voceaba y bramaba en el aire; esta
diosa se llamaba Cihuacóatl, y también la llamaban Tonántzin, que quiere decir nuestra madre.”
(Sahagún, 1997) En la siguiente figura se le observa a Cihuacóatl cubierta por la cabeza y
espalda por una piel de reptil, sobre la cual brota una planta florida de maíz.
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Eduard Seler, al respecto menciona: “Con una calavera en vez de cabeza y,
generalmente, con garras de jaguar en las manos y pies solía representarse en México cierta
variante de la diosa de la tierra, venerada en Colhuacán bajo el nombre de Cihuacóatl.” (Seler,
1963)
Debido a lo anterior, se puede apreciar la relación coexistente entre algunas deidades
de la tierra con la serpiente, incluso la misma tierra, pareció ser entendida como una capa
serpentina, en donde Coatlicue, deidad de la tierra se viste con serpientes.
La serpiente y el inframundo
La serpiente, también suele ser un habitante y conector del inframundo subterráneo a
través del agua y las cuevas, a lo que Mercedes de la Garza menciona: “Como madre cósmica,
la serpiente se vincula también con la caverna, concebida como el gran útero de la madre tierra
y como “Centro del Mundo”. Este carácter crónico de la madre tierra e inframundo que tiene la
serpiente es uno de los más importantes, a nivel universal, y de él, así como del cambio de piel,
deriva la asociación del ofidio con las iniciaciones, que implican un segundo nacimiento…”
(Garza, 1998).
De igual manera se sabe que “la cueva es la entrada al inframundo (y, por lo tanto, una
cámara funeraria), pero también es el acceso al vientre de la tierra o la boca del monstruo
terrestre. Por extensión, es el sitio donde la fertilidad puede ser propiciada.” (Manzanilla, 1994).
Esta unión de la serpiente-útero o serpiente-caverna lo podemos ver en Chicomoztoc -
“El Lugar de las Siete Cuevas”, el cual se muestra como una gran cueva o vientre con rostro de
serpiente que da origen al hombre o a los siete grupos dentro de la tradición náhuatl del Centro
de México, (Caso, 1989), (Figura 4 y 4.1).
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Este carácter inframundano de la serpiente además de estar relacionado a las cuevas lo
está conjuntamente con el agua, ya que “tenemos indicios de que las cuevas fueron lugares de
culto, desde el formativo hasta el Posclásico, particularmente en relación con deidades del
agua.” (Manzanilla, 1994)
“La cueva tuvo para los pueblos prehispánicos una pluralidad de significados: refugio
sitio de habitación, boca o vientre de la tierra, inframundo, espacio fantástico, morada de los
dioses del agua y los de la muerte, lugar de ritos de linaje y de pasaje, observatorio
astronómico, cantera. Particularmente en el horizonte Clásico de Mesoamérica (primer milenio
de nuestra era) el simbolismo de los huecos de la corteza terrestre dejó su huella en
numerosos mitos.” (Manzanilla, 1994) Ya que: “es frecuente también que la cueva sea
recipiente de manantiales o ríos subterráneos. De ahí que las poblaciones prehispánicas
acudiesen a ellas para proveerse del líquido que, en el caso del área Maya, llegó a
considerarse “agua virgen” (zuhuy ha) para rituales.” (Manzanilla, 1994).
Los mayas entendían al inframundo como una diversidad hidrográfica, que se puede
observar en el viaje de Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, hacia Xibal.
“Así fueron bajando por el camino de Xibalbá, por unas escaleras muy
inclinadas. Fueron bajando hasta que llegaron a la orilla de un río que corría
rápidamente entre los barrancos llamados Un zivan cul y Cuzivan y pasaron por ellos.
Luego pasaron por el río que corre entre jícaros espinosos. Los jícaros eran
innumerables, pero ellos pasaron por lastimarse. Luego llegaron a la orilla de un río de
sangre y lo atravesaron sin beber sus aguas; llegaron a otro río solamente de agua y
no fueron vencidos…” (Recinos, 2000).
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Linda Manzanilla señala que “el inframundo maya es acuoso, ya que ciertas divinidades
antropomorfas deben sufrir metamorfosis reptilianas en su viaje al inframundo. Esta idea
también aparece en el arte maya del Clásico Temprano. La existencia de peces, plantas
acuáticas, cormoranes, tortugas y ranas sugiere que la capa serpentina es agua clara y de flujo
lento por la presencia de lirios acuáticos.” (Manzanilla, 1994).
Por su parte, los Nahuas tenían tres conceptos relacionados con el inframundo, el
Mictlan, el Tlillan y el Tlalocan, en los cuales se puede observar como recurrencia a la serpiente
y el agua:
El Mictlan está descrito por Sahagún como un sitio “…en medio de dos sierras que
están encontrándose una con otra”. Al difunto le decían que debía pasar por “…el camino
donde está una culebra guardando el camino. “El difunto debía llevar consigo un perro de color
bermejo…decían que los difuntos nadaban encima del perrillo cuando pasaban un río del
infierno que se nombra Chiconahuapan. (Sahagún, 1997).
El Tlillan es referido por Durán como “una cueva artificial donde la diosa Cihuacóatl
[“mujer serpiente”] presidía sobre pequeños ídolos llamados tecuacuiltin.” (Durán, 1980) y,
según Broda, “una vieja diosa de la tierra, esposa de Tláloc.” (Broda, 1987).
Esta relación de la Serpiente con el agua, también se puede observar en
representaciones de deidades como Chalchiuhtlicue, “Diosa del agua”, que en cotidianas
ocasiones aparece en conjunto con una serpiente, (Figura 5 y 5.1).
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Márgil de Jesús recopila un dato sobre la relación del ofidio con las lagunas, entre los
quichés y zutuhiles, en la época colonial:
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“…iban ellos mismos y sacrificaban y bendecían los ríos en donde habían de
pescar así los peces como los camarones, en donde se les ofrecía visiblemente una
culebra a quien veneraban como diosa de las aguas, y encargaban la custodia de los
canastos en que cogían los camarones…” (Caso, 1998).
Pero esa serpiente acuática de origen inframundano, tiene ciertos atributos que la hacen
circular por estos 3 estratos, ya que al evaporarse asciende al cielo y al llover retorna a la tierra.
Tal es el caso de los mayas, que muestran este viaje del agua en uno de sus ritos, al
realizar dentro de una cueva su petición de lluvias a una fuente que llamaban Cateyá, que
quiere decir madre del agua. Ahí imploraban por el agua, sabiendo que en algún momento
llegaría al cielo, para posteriormente ser enviada a la tierra en forma de lluvia. De lo que al
respecto menciona la fuente:
“…en que el agua es un Dios que sabe muchos caminos y tiene mucha fuerza,
pues se sube á el cielo para llover. (Caso, 1998)
Parece suceder algo similar entre los mexicas, ya que la diosa Coatlicue además de
estar ligada a la tierra también lo estaba a las aguas de ríos y lagos horizontales. A esta diosa
se le festejaba también, en la fiesta de las pluvias dedicada a Tlaloc, de la que se dice: “Los
oficiales de las flores, que se llamaban xochimanque, hacían fiesta a su diosa llamada
Coatlicue, por otro nombre Coatlan tona.” (Sahagún, 1997)
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De esta manera en una misma festividad, se unía la celebración a Tlaloc, con las lluvias
o aguas verticales y a Coatlicue, con los ríos y lagos o aguas horizontales, ambos con
características acuáticas y serpentinas.
Posiblemente porque ambos además de estar relacionados con un aspecto serpentino y
acuático, Tlaloc, con las lluvias o aguas verticales y Coatlicue, con los ríos y lagos o aguas
horizontales. Al celebrar la fiesta juntos al parecer marcaría el paso del ciclo del agua, que
proviene de un nivel infra terrestre para formar ríos y lagos y al evaporarse asciende al cielo
para llover y descender a la tierra. Circulando así esta agua serpentina en estos tres estratos.
Así el agua de carácter serpentino y de origen inframundano, asciende al cielo para
llover, marcando su paso de esta serpiente acuática por los tres estratos.
De tal manera, la serpiente además de estar relacionada con la tierra y sus
mantenimientos, también lo está con el inframundo a través de sus cuevas, como “útero de la
tierra” y entrada al inframundo; entendiendo este lugar como un sitio “acuoso”. Estableciendo
una relación en principio con estos dos planos, mundo e inframundo; para posteriormente
desarrollar en el siguiente apartado su aspecto celeste.
La serpiente y el supramundo
He considerado que el aspecto emplumado de la serpiente entre los nahuas, muestra
una correspondencia con el nivel celeste del cosmos mesoamericano, al ser las plumas un
atributo de las aves y que a su vez simbolizan el cielo.
En códices como el Tonalámatl de Aubin (Aguilera, 1981) o el Códice Borbónico (Del
Paso y Troncoso, 1979), las trece aves son “…los númenes de cada uno de los días del
trecenario representaban…los 13 cielos, o mejor dicho mansiones,… (Del Paso y Troncoso,
1979).
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Entre los mexicas el sol, astro diurno y celeste fue concebido como: “…un águila que
por las mañanas, al ascender al cielo, se llama Cuauhtlehuánitl, “el águila que asciende”, y por
la tarde se llama Cuauhtémoc, “el águila que cayó.” (Caso, 1974).
De igual manera en el altorrelieve que se encuentra en el Altar de Chalco (Figura 6), el
nivel celeste del cosmos es representado por un Ave, de lo que Sejourne describe como: El
pájaro representando el cielo en el árbol de la vida. (Séjourné, 1998)
Figura 6
Ave sobre un árbol representando el cielo, Detalle del Altar de Chalco. Imagen
Obtenida en Duverger, 2007, p. 541.
Por su parte Mercedes de la Garza al relacionar a los “animales” con los espacios del
cosmos establece: “…el cielo, el aire y el fuego con las aves diurnas;...”(Garza, 1998) Y
continua diciendo “El nivel celeste del cosmos, parece haberse simbolizado con un monstruo
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con las características de diversos animales: serpiente, lagarto, ave, venado, que ha sido
denominado “dragón” por su semejanza con dicho ser mítico…y que podríamos definir como
una serpiente enriquecida con los atributos de otros animales, sobre todo del ave.”(Garza,
1998). Al encontrar en dicho dragón esta unión, con los mismos atributos de la Serpiente
Emplumada, parece obedecer a un mismo principio síntesis.
Por ejemplo, los antiguos cakchiqueles mencionan en sus Anales a una serpiente
voladora que se sumergía en la laguna y que era el ancestro principal del linaje cakchiquel,
llamado Gagavitz. Dejando ver dicha serpiente su carácter acuático, terrestre y celeste. Al
respecto Ciudad Real, menciona:
“Dicen los indios viejos que aquel mal país atrás referido, que es una piedra
requemada que parece escoria de hierro, se hizo de la reventazón del volcán (de San
Miguel) y que toda aquella piedra y otra mucha salió de él, y con esto fingen que a
vueltas de la piedra salió también una gran sierpe, la cual se fue volando y se metió en
la laguna.” (Ciudad Real, 1976).
Recordando de igual manera a Gucumatz - Serpiente Emplumada del agua, quienes
deciden la creación del hombre, de lo que se dice:
“Sólo había cielo y mar en la oscuridad. Sobre el mar estaban los dioses
creadores, ocultos bajo plumas verdes y azules, por lo que se le llama Gucumatz,
serpiente emplumada del agua. Eran Grandes sabios. Entonces hablaron, meditaron y
se pusieron de acuerdo; decidieron que cuando amaneciera debía aparecer el
hombre.” (Recinos, 1968).
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Este viaje de la Serpiente Emplumada por los tres estratos, también se observa en
algunos basamentos piramidales. Nos referimos a aquellos construidos sobre cuevas,
formándose con esto un axis mundi por donde asciende y desciende la serpiente, haciendo un
recorrido por los tres estratos del cosmos mesoamericano. Sin olvidar que estos sitios
piramidales, son en muchos casos cámaras mortuorias, siendo ésta su base sobre la cual se
levantan, formándose una representación del cosmos. Ya que “la cueva es la entrada al
inframundo (y, por lo tanto, una cámara funeraria), pero también es el acceso al vientre de la
tierra o la boca del monstruo terrestre…” (Manzanilla, 1994).
Por ejemplo, en algunas pirámides superpuestas sobre cuevas existe una
representación de los tres planos, formándose un axis mundi como modelo del cosmos. Esto se
puede ver en el Códice Xólotl, en una representación de Teotihuacán, (Figura 7). En donde se
muestran las dos pirámides sobre una cueva, lo cual sugiere los tres estratos del universo: el
inframundo, el mundo y el supramundo, además que las pirámides en forma de xicalcoliuhqui
muestran escalones ascendentes y en la parte intermedia entre ellas estarían los escalones
descendentes hacia la cueva o inframundo.
Figura 7
Representación de la pirámide del Sol y de la Luna de
Teotihuacán, sobre una cueva, con un personaje
dentro. Detalle de la lámina 1 del Códice Xólotl, 1951.
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Asimismo, en la cumbre de la pirámide del sol, se encontraba “un ídolo de piedra que
llamaban por nombre Tonacatecuhtli, (Del Paso y Troncoso, 1979) -Señor de nuestra carne
(Telleriano-Remensis, 1964), padre de los dioses, una de las advocaciones del Sol. (Castellón
Huerta, 1987) Formándose así, dicho axis mundi, desde la punta de la pirámide representada
por el Sol a través de Tonacatecuhtli, hasta la cueva que se encuentra en su base (Figura 8). Y
así nuevamente el paso de esta serpiente por los tres estratos. “Finalmente, la construcción del
espacio sagrado es una tradición que nace en tiempos formativos y culmina con la construcción
de ciudades sagradas como modelos del cosmos.” Manzanilla, 1994).
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Figura 8
Pirámide del sol en Teotihuacán, como axis mundi. Idea original del autor y dibujo de la
Diseñadora Gráfica Hernández Enríquez, Noemí, con base al dibujo obtenido de Matos
Moctezuma, Eduardo, 2010, p.32.
Tonacatecuhtli-
Dios Solar.
Representando
el Sol y el
Supramundo.
Pirámide:
Mundo Lugar
donde se unen
las fuerzas del
Supramundo y
del Inframundo.
Cueva: Salida y
entrada.
Conexión con el
Inframundo.
Al igual que la pirámide del Sol en Teotihuacán, “la Tumba del Gran Sacerdote en
Chichén Itzá, que es un templo construido sobre una cueva.” (Manzanilla, 1994) Muestra
igualmente este axis mundi, recorrido por la Serpiente Emplumada. Además, dicha pirámide
está dedicada al sacerdote Kukulcán, “Serpiente Emplumada” del área Maya, que también es el
nombre asignado a la pirámide, según lo deja ver Landa:
“Que es opinión entre los indios que con los yzaes [itzaes] que poblaron
Chichen Itzá, reinó un gran señor llamado Cuculcán [Kukulcán], y que muestra ser
esto verdad el edificio principal que se llama Cuculcán; y dicen que entró por la
parte de poniente y que difieren en si entró antes o después de los yzaes o con
ellos…y que después de su vuelta fue tenido en México por uno de sus dioses y
llamado Cezalcuati [Quetzalcóatl] y que en Yucatán también lo tuvieron por dios por
ser gran republicano…”(Landa, 1994)
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En la parte externa de dicha pirámide se puede observar durante el equinoccio el
recorrido de la “Serpiente Emplumada”, en un viaje de descenso marcado en las alfardas
rematadas en serpientes que se proyectan hacia la tierra, manifestado por un juego de luces de
la misma pirámide provocado por la posición del Sol, señalando así el inicio de la primavera,
(Figura 9).
Figura 9
Pirámide de Kukulcán, o Serpiente Emplumada, donde se observa a ésta descendiendo,
efecto provocado por la luz del sol durante el equinoccio, señalando el inicio de la primavera.
En Joostdevree.nl, bouwencyclopedie:
http://www.joostdevree.nl/bouwkunde/pendant_1_piramide_maya.jpg, octubre, 2011.
Sin olvidar que en la base de la pirámide y como parte de ella existe una cueva hacia
donde continua su descenso, ya que como hemos visto su origen es telúrico.
Expresando un axis mundi recorrido por Quetzalcóatl-Kukulcán, surgido por los rayos
del Sol que se proyectan en forma de Serpiente hasta la cámara funeraria o inframundo,
pasando por la tierra.
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Asimismo, frente a la Pirámide de Kukulcán se localiza la Plataforma de Venus,
basamento piramidal con alfardas que muestran ahora, serpientes emplumadas ascendente,
(Figura 10).
De igual manera en el Templo Inferior de los Jaguares en Chichén Itzá (Figura 11), se
pueden observar serpientes entrelazadas ascendentes. Mostrando así la Serpiente Emplumada
su carácter cíclico.
Figura 10
Serpiente Emplumada ascendente, pertenecientes a las alfardas del Templo
de Venus, en Chichén Itzá. Imagen obtenida de Molina Escalona, Miguel, en:
http://www.almendron.com/arte/arquitectura/mayas/may_08/may_082/castillo
_10.jpg, octubre, 2011.
Figura 11
Serpientes Emplumadas Ascendentes en el Templo
Inferior de los Jaguares, en Chichén Itzá.
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Debido a lo anterior, considero que la Serpiente Emplumada-Kukulcán, reúne en ella la
posibilidad de habitar los tres planos del universo mesoamericano, mundo, inframundo y
supramundo; mismos lugares por donde circulan las esencias divinas.
Uniendo lo acuático y lo terrestre con su vuelo, mostrando su paso por los distintos
planos de la cosmovisión nahua. Exponiéndose a través de sus características biológicas,
míticas y divinas como un eje conector de los tres estratos del universo nahua.
METODOLOGÍA
Para el desarrollo de esta investigación se ha utilizado el método comparativo entre la
mitología y la iconografía nahua, para desarrollar a través del escrito un análisis narrativo y
jeroglífico de las fuentes primarias.
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Analizando los atributos de la Serpiente Emplumada que se articulan con los tres planos
cósmicos del pensamiento nahua: el mundo, el supramundo y el inframundo.
Este cotejo textual y visual revela las equivalencias simbólicas entre mito e iconografía,
así como la coherencia entre el pensamiento narrativo y su manifestación gráfica.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para demostrar esta relación del habitad de la Serpiente Emplumada en los tres
estratos del cosmos se utilizaron fuentes primarias como códices pictográficos de origen nahua,
crónicas del siglo XVI, monolitos y elementos arqueológicos principalmente, además de un
estudio etimológico y lingüístico de palabras nahuas.
En este sentido se establece un diálogo entre las diversas fuentes prehispánicas,
coloniales y contemporáneas.
Fundamentando la relación de la serpiente con la tierra a través de diversas deidades
como Coatlicue, que literalmente significa (Sahagún, 1997) “falda-serpiente” o “la que se viste
con serpientes”, refiriéndose a la tierra. Asimismo, la diosa Chicomecóatl “Siete Serpiente”,
(Figura 2). “Esta diosa llamada Chicomecóatl era la diosa de los mantenimientos, así de lo que
se come como de lo que se bebe;” (Sahagún, 1997). Reafirmando este postulado también a
través de monolitos como el de la diosa Cihuacóatl - “Mujer Serpiente”, cubierta por la cabeza y
espalda por una piel de reptil. Corroborando la correlación de la serpiente con la tierra, incluso
esta última pareció ser entendida como una capa serpentina, en donde Coatlicue, deidad de la
tierra se viste con serpientes.
Asimismo, la serpiente también estaba relacionada con el agua como un conecto con el
inframundo, ya que “tenemos indicios de que las cuevas fueron lugares de culto, desde el
formativo hasta el Posclásico, particularmente en relación con deidades del agua.” (Manzanilla,
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210 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 4, 2025, octubre-diciembre
1994). Estableciendo la serpiente una relación en principio con estos dos planos terrestre y
acuático.
Un tercer postulado de la serpiente, es su relación con el aspecto celeste, de lo cual
como se dijo anteriormente, las plumas de las aves de alto vuelo se relación con el sol y con los
cielos, aspecto que se mostró a través de crónicas y bajo relieves como el Altar de Chalco,
simbolizando, el pájaro el cielo en el árbol de la vida. (Séjourné, 1998)
Debido a lo anterior, considero que la Serpiente Emplumada, reúne en ella la posibilidad
de habitar los tres planos del universo mesoamericano, mundo, inframundo y supramundo; de
esta manera la serpiente funge como una representante síntesis de los tres estratos del
universo vertical nahua.
CONCLUSIONES
Demostrando así que la Serpiente Emplumada es una representación dinámica entre
los tres niveles del universo nahua: el mundo, el supramundo y el inframundo. Ya que en su
aspecto de reptil encuentra de manera natural su relación con la tierra y el agua y así con el
mundo y el inframundo; mientras que sus plumas subliman a la serpiente evocando al viento,
las aves y al supramundo
En este sentido la serpiente no pertenece a un solo estrato, sino que los vincula,
actuando como un eje cósmico, un conector que permite la comunicación entre el supramundo,
el mundo y el inframundo. De esta manera el elemento Serpiente Emplumada sintetiza los
planos del universo vertical nahua, realizando una interconexión entre ellos.
Uniendo lo acuático y lo terrestre con lo celeste a través de su plumaje, mostrando su
paso por los distintos planos de la cosmovisión nahua. Exponiéndose a través de sus
características biológicas, míticas y divinas como un eje conector de los tres estratos del
universo.
DOI: https://doi.org/10.71112/pbz7ab64
211 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 4, 2025, octubre-diciembre
Declaración de conflicto de interés
El autor declara no tener ningún conflicto de interés relacionado con esta investigación.
Declaración de contribución a la autoría
Alejandro Serafín Carrera Arango: conceptualización, metodología, redacción del
borrador original, revisión y edición de la redacción
Declaración de uso de inteligencia artificial
El autor no utilizó inteligencia artificial en ninguna parte del manuscrito.
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