DOI: https://doi.org/10.71112/rjx8jd70
157 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 4, 2025, octubre-diciembre
se decía: “Todas estas maneras de borrachos ya dichas decían que aquel borracho era su
conejo, o la condición de su borrachez, o el demonio que en él entraba.” (Sahagún, 1997).
También se tomarían las características del signo día en que se había nacido, por
ejemplo, el que nacía en un día perro, tomaba las características de esa esencia, además que
cada veinte días vibrará en la tierra esa esencia, de lo que al respecto se decía: “tendría que
comer y beber, aunque no trabajase un solo día, y si se daba a criar perros se le multiplicarían y
los gozaría, y sería rico con ellos.” (Sahagún, 1997).
Y así, cada número y deidad encuentra una correspondencia en el hombre, desde el
momento en el que nace. Ya que, “cada día tiene un numeral, un nombre y un señor de la noche
que determinan la influencia sobre el hombre, junto con los números de la trecena.” Códice
Telleriano-Remensis, en Corona Núñez, 1964).
“Cada ser, más allá de la clase, es un individuo con pasado propio. Y más que un
individuo, es un cambiante microcosmos sumergido en el devenir. Todo se encuentra en el
complejo de sus entidades anímicas. Su interioridad invisible es un verdadero mosaico de
esencias.” (López Austin, 2000).
“Dentro del individuo tenía lugar un juego de esencias; la influencia de los dioses
convertidos en tiempo se daba como adiciones y restas en el complejo que constituía la unidad
anímica del hombre, formado por componentes tan heterogéneos.” (López Austin, 2000).
Encontrando una correspondencia los signos del calendario en el cuerpo del hombre,
como lo muestra la imagen del Códice Vaticano A, además que dichas influencias también se
atribuían a su condición y comportamiento.
También el tonalpohualli mantiene al numeral 20 en sus signos y en sus dioses, el hombre
en sus dedos, mismos que sirvieron para representar e invocar a dichos dioses. Numeral
representado en su último signo que es Xochitl- “Flor”, a su vez que, en ocasiones, el mismo