DOI: https://doi.org/10.71112/k0nt6632
885 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 4, 2025, octubre-diciembre
tipo penal, “fraude de paternidad”, ya que aunque en México no existe el encuadre a ese delito,
esto nos da una idea de que dicha problemática está presente en nuestra sociedad.
A nivel mundial existe información más concreta estadísticamente como lo son los
resultados de las pruebas de paternidad realizadas en laboratorios privados de ADN en España
diversos reportes de prensa y estudios citan que el porcentaje de un resultado negativo de
paternidad en estos casos oscila entre el 25% y el 30% (Cadena SER, 2018). Es fundamental
aclarar que esta cifra no es representativa de la población mexicana, sino que refleja la alta
incidencia en aquellos casos donde ya existía una sospecha y se buscó una prueba científica.
Entre otras investigaciones un estudio publicado por la “Journal of Medical Ethics”,
(revista académica líder en el campo de la bioética) señaló que uno de cada cincuenta padres
en Inglaterra estaba haciéndose cargo del hijo biológico de otro hombre sin saberlo.
Analizando el estudio hecho por Journal of Medical Ethics, en el que se mencionan los
índices de la tasa de pruebas con resultado negativo, también se menciona que dichos casos
arrojan ese resultado porque son iniciados por una sospecha, pero, ¿qué es la sospecha? y
¿por qué es tan importante?, una sospecha en el ámbito jurídico no tiene una definición única,
sino que se refiere a un estado mental que, aunque no alcanza el nivel de certeza o prueba,
justifica la realización de una investigación o el inicio de un procedimiento.
En términos un poco más técnicos, una sospecha es una conjetura fundada, o sea un
indicio sobre la posible comisión de un delito. (Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2017).
por lo que se entiende que una sospecha es un punto de partida y no uno de llegada.
La sospecha es importante porque estamos hablando de un concepto fundamental
para el derecho procesal, siendo más específicos en el ámbito penal, en el cual se utiliza para
justificar ciertas acciones que la autoridad pueda llegar a realizar, como por ejemplo que un
policía pueda detener a una persona cuando existe una "sospecha razonable" de que ha
cometido o está a punto de cometer un delito, claro siempre y cuando dicha sospecha este