DOI: https://doi.org/10.71112/gshxah94
1861 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 3, 2025, julio-septiembre
expuesta por Ramón y Cajal (1906) como plasticidad nerviosa. Esto constituye la base
neurobiológica sobre la cual se sustentan habilidades cognitivas, emocionales y sociales de un
individuo como parte integrante de su desarrollo para el espacio donde se desenvuelve. Este
fenómeno se relaciona directamente con el desarrollo de habilidades blandas, siendo estas
aptitudes socioemocionales que fortalecen la interacción con otros y permiten afrontar de
manera resiliente los cambios del entorno, sin dejar de considerar como capacidades
intrapersonales e interpersonales como la empatía, la comunicación efectiva, el pensamiento
crítico, creatividad y la resiliencia, que son valoradas en la educación, el bienestar y la
convivencia (Pinedo Castro, 2024), como una muestra de humanización ante los demás,
dejando de lado, la frialdad o sequedad en las relaciones con los demás seres (Gutiérrez
Espinoza y otros, 2025).
Aunque a través del tiempo se han logrado muchos avances en el conocimiento de la
mente y en enseñar , en Unidades Educativas como Roberto Hinojosa (área dispersa) del
Distrito Educativo de Colquechaca aún continúan con una educación conductista, donde se
concibe la enseñanza como un proceso de transmisión sistemática de contenidos, donde se
busca que el estudiante repita y reproduzca las conductas que requiere el docente (Davini,
2008), dejando de lado lo que puede hacer la neuroplasticidad para un aprendizaje activo,
creativo, crítico y de sentido con la realidad observacional y contextualizado. El modelo
conductista, aunque útil en el pasado para enseñar saberes concretos, pone barreras a la
estimulación requerida para el crecimiento completo de habilidades blandas y la plasticidad
del cerebro; limitando así la formación de personas adaptables y aptas para un mundo
complejo y cada vez cambiante (Lugo Martínez, 2024) (Editorial Ibkn, 2025).
Frente a este panorama, el modelo de enfoque complejo aparece como un método
educativo innovador e importante. Este modelo comienza con la idea de que la realidad es un
sistema con muchas partes, conectado y siempre cambiando, en el que los procesos