DOI: https://doi.org/10.71112/vqv0ww84
1400 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 3, 2025, julio-septiembre
En este sentido, su disco Beéle (Borondo, 2025) representa una expresión madura de
su capacidad para absorber conocimiento del entorno global y reconfigurarlo en una propuesta
original. La capacidad dinámica de absorción, definida como la habilidad para adquirir, asimilar,
transformar y explotar conocimiento externo (Khin Khan Oo y Rakthin, 2022; Zahra y George,
2002), se manifiesta en la fusión de ritmos afrobeat, reguetón, merengue, champeta, trap y
baladas urbanas que caracteriza a este álbum. Beéle no copia modelos externos; los adapta,
los mezcla con estéticas locales y los proyecta como una narrativa sensorial propia. Como
argumenta Cui (2025), la capacidad dinámica de absorción, cuando se articula con creatividad
organizacional, permite innovaciones que resuenan con nuevas audiencias.
En el contexto de las empresas de servicios públicos domiciliarios, Mendoza Betin
(2018) concluye que la capacidad dinámica de absorción constituye un eje estructural para el
desarrollo de ventajas competitivas sostenibles, ya que permite a las organizaciones —y por
extensión, a proyectos y actores creativos— adquirir, asimilar, transformar y explotar de
manera efectiva el conocimiento proveniente del entorno. Los hallazgos muestran que esta
capacidad no se limita a la mera incorporación de información externa, sino que implica un
proceso activo de reinterpretación y contextualización que facilita la generación de
innovaciones alineadas con la identidad y los objetivos estratégicos de la entidad analizada. De
modo que, la absorción de conocimiento se convierte en un catalizador para otros procesos
dinámicos, como la adaptación y el aprendizaje organizacional, fortaleciendo la respuesta
frente a cambios en mercados complejos y entornos altamente competitivos.
A la par, Beéle y su equipo de trabajo han demostrado una notable Capacidad de
adaptación ante los cambios en el consumo musical, la digitalización de la industria y las
exigencias del posicionamiento global. Esta habilidad para reconfigurar su propuesta en tiempo
real refleja lo que Garzón Castrillón (2018) llama la Capacidad dinámica de adaptación,
entendida como el conjunto de competencias y procesos para responder a la incertidumbre a