DOI: https://doi.org/10.71112/r9kwyj38
115 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 3, 2025, julio-septiembre
que lo fomentaba con entusiasmo. Así, el éxito europeo residía en su economía, especialmente
en su comercio exterior, que le proveyó la riqueza para dominar el mundo.
Pensadores clave del siglo XVIII
Otros dos importantes pensadores del siglo XVIII, David Hume e Immanuel Kant,
coincidieron en que la fragmentación política de Europa impulsó la innovación. Esta
fragmentación generó competencia entre los Estados y evitó una autoridad imperial central que
pudiera haber suprimido el progreso. Hume, por ejemplo, resaltó el papel del intercambio en
este ambiente de rivalidad, argumentando que la libertad en un marco geopolítico fragmentado,
donde los países son formalmente iguales, estimula el comercio, la libre expresión y la
asimilación de innovaciones externas (Hume, 1817: 139).
Según Vidal, Esteban (2020), mientras Hume enfatizaba un "mercado de ideas" y el
desarrollo del conocimiento como claves de la preeminencia occidental, Kant, con una
perspectiva similar, destacó las crecientes interacciones entre los Estados. Según Kant, la
competencia entre naciones favoreció el avance del comercio y las libertades personales, lo
que se alinea con el contexto cultural de la Ilustración (Kant, 2009: 187). En contraste, la falta
de fragmentación política en otras regiones del mundo impidió el desarrollo de nuevas ideas e
innovación, lo que llevó a un control cultural e ideológico que suprimía cualquier iniciativa que
desafiara el orden establecido.
Aportaciones de los Siglos XIX y XX
Para Hegel el primero en abordar el auge de Occidente, para él, el espíritu universal se
manifiesta a través de las civilizaciones, ganando racionalidad y libertad hasta culminar en la
Europa de su época. Esto lo llevó a concluir que China, y otras naciones cercanas, habían
dejado de participar en este desarrollo espiritual debido a su sistema de gobierno despótico, su
geografía y sus tradiciones (Spence, 1999: 135-136; Daly, 2015: 5).
Finalmente, Marx, el último gran autor del siglo XIX con una contribución notable, ofreció