DOI: https://doi.org/10.71112/hkb1qx32
101 Revista Multidisciplinar Epistemología de las Ciencias | Vol. 2, Núm. 3, 2025, julio-septiembre
temible e indescriptible nada de la novela “La historia interminable” de Michel Ende, que crece y
se fortalece con la pérdida de nuestras esperanzas y el olvido de nuestros sueños.
El arquetipo en cuestión perturba a la pequeña protagonista desde múltiples lados,
acechando entre las personas y seres vivos, en cada momento; y aunque por definición no
existe, para ella desaparece al instante en que se ocupa, cual niño, en la ludicidad. Podría serlo
todo o nada, podría ser la oscuridad, podría ser el monstruo debajo de la cama, el miedo a lo
desconocido, o el viejo del costal… da igual. En casa, en el parque, en la escuela, en cualquier
lugar de la gran ciudad.
Al terminar, el libro nos deja varados en el mismo lugar donde lo iniciamos… en la nada.
Pero la idea es disfrutar el viaje, y he ahí su gran potencial. Es ideal para introducir a los
infantes en la poesía y practicar la lectura en voz alta.
Cuenta con el acompañamiento de una experiencia visual que potenciará la imaginación
y creatividad de chicos y grandes, gracias al arte gráfico de la ilustradora española Maite
Gurrutxaga (País Vasco, 20 de octubre de 1983), quien nos deleita con sus soberbios diseños
arquitectónicos y nos transmite una suerte de estresante inquietud con sus encorvados e
incluso jorobados seres urbanos.
CONCLUSIONES
Sin duda, este ejemplar no puede hacer falta en los estantes de cada aula de primaria
menor, para el fomento de la lectura y el pensamiento crítico que tanto promueve la Nueva
Escuela Mexicana en los estudiantes.
Mucho menos debe estar ausente en la biblioteca personal de nuestros hijos, en pos del
cumplimiento de nuestro deber como forjadores de los futuros leyentes que nuestra nación
tanto necesita, y materializar así el sueño vasconcelista de hacer de México un país de
lectores.